De la Biodanza a Danza Emoción: un camino hacia la presencia
Durante muchos años facilité Biodanza, y agradezco profundamente lo que aprendí en ese recorrido. Sin embargo, con el tiempo empecé a sentir que algo no terminaba de encajar conmigo. Veía cómo muchas veces las sesiones llevaban a estados de euforia y fusión grupal, pero no siempre dejaban a las personas más conectadas consigo mismas. En lugar de favorecer la escucha interna, en algunos casos se abría la puerta a la evasión, al subidón momentáneo, pero sin una integración real en la vida cotidiana. Ese descubrimiento me llevó a buscar otra manera de acompañar el movimiento y la emoción, más alineada con mi forma de entender la terapia, el arte y la vida. Así nació Danza Emoción.
Lo que me distanció de la Biodanza
Lo que más me inquietaba era ver cómo algunas dinámicas inducían una "inflación de la experiencia emocional " en el que la persona se dejaba arrastrar por la energía del grupo, una exaltación colectiva, que daba lugar a una evasión (quedarse en el “subidón” de la música y el grupo) o incluso a una desconexión del propio proceso personal, porque lo externo (la consigna, el grupo, el afecto inducido) pesaba más que lo interno. Faltaba un espacio para elaborar lo vivido, para anclarlo y darle sentido. Y yo sentía cada vez más claro que mi misión estaba en otro lugar: en ayudar a que las personas se conectaran consigo mismas de forma auténtica.
Lo que me inspira en Danza Emoción
Danza Emoción nace de mi experiencia personal y profesional, pero también de mi propia búsqueda. Es un espacio donde:
-Se cultiva la presencia corporal, escuchando las sensaciones más sutiles.
-La improvisación abre la puerta a que cada persona descubra su propio movimiento, en lugar de seguir consignas cerradas.
-El simbolismo y las metáforas permiten darle un sentido profundo a lo vivido.
-El diálogo abierto al final de cada sesión ayuda a integrar la experiencia y llevarla a la vida diaria.
Del éxtasis a la autenticidad
Hoy siento que mi camino es acompañar a otros no hacia un éxtasis pasajero, sino hacia una presencia encarnada, donde el movimiento se convierte en una forma de exploración, de expresión y de arraigo.
Una evolución natural
No reniego de lo aprendido en la Biodanza; al contrario, lo abrazo como parte de mi recorrido. Pero reconozco que necesitaba ir más allá. Danza Emoción es esa evolución: un método donde arte, psicología y movimiento se entrelazan para abrir un espacio de autenticidad y transformación.
Danza Emoción es, para mí, un regreso al cuerpo, al sentir y al sentido. Una manera de habitar la vida con más verdad y más conciencia.
Uma Zuasti.