Biodanza, abrazando mis emociones

La emociones siempre se presentan en tiempo presente. Cada vez que experimentamos una emoción intensa, lo que ocurre es experimentado cómo presente. Aunque se active una impronta de algo pasado se vive cómo presente.

A lo largo de la vida pasamos por diferentes experiencias con alto contenido emocional, de las que nuestra fisiología neuronal hace su aprendizaje. En el futuro, nuestro cerebro al discriminar unas situaciones de otras, no tendrá ningún reparo en hacer saltar todas las alarmas y ponernos en alerta máxima cuando detecte un peligro, incluso antes de saber qué es, antes de tener conciencia de lo que ocurre. Es decir, cuando una situación comparta estímulos parecidos a una experiencia anterior vivida intensamente, seguramente vamos a sentir exactamente lo mismo que sentimos la primera vez. Los anclajes los tenemos hechos, sólo falta encontrar el disparador, y a veces es suficiente, una imagen , una música, una palabra, un olor , un movimiento y nos viene la experiencia emocional entera súbito.

Pero, ¿Que hacer con éstas emociones?

Podemos atender a un antiguo principio Budista que dice :

"Todo lo que resistes, persiste, lo que aceptas se transforma".

Podemos identificar el detonante que desencadena la situación, para que el yo consciente, sepa que ése es un gatillo de suma importancia y uno conozca su origen. Esto es bastante dificil de realizar, sobre todo por uno mismo, tal vez necesitemos la ayuda de otras personas , que faciliten el darnos cuenta de éste proceso. Una vez detectado podemos integrar, resignificar la experiencia y considerar otras posibilidades de respuesta.

También podemos observar, ¿cuanto tiempo permanecemos atrapados en dicha emoción? ¿Cuanto tiempo necesitamos para recuperarnos? a menudo nosotros mismos alimentamos la permanencia en el estado emocional a base de darle vueltas a la situción con pensamientos rumiantes, podemos tratar de reducir el periodo de tiempo en el que permanecemos "atrapados".

Muchas personas ignoran la relación que existe entre sus pensamientos, sus emociones y sus acciones. Ante la súbita emergencia de una emoción actuan reactivamente. Si queremos intervenir en éstas reacciones, el mejor momento es cuando se manifiestan, aquí podemos reforzar lo que siempre hacemos, o iniciar un nuevo aprendizaje, una nueva manera de actuar ante lo que sentimos.

En las sesiones de Biodanza, a través de su metodología se ofrece la oportunidad de entrar en contacto con nuestras emociones más profundas , abrazarlas, poder escucharlas y atenderlas, permitirnos sentirlas, aunque sabemos de la dificultad que ésto entraña, sobretodo las emociones más incómodas,observarlas con ese distanciamiento necesario que evite identificarse sólo con la emoción, y que permita resignificar la experiencia. Detrás de nuestras emociones se esconde información muy valiosa, que no hay que ignorar, vale la pena entender que nos quieren decir.

Uma Zuasti