¿Sabías que tu equilibrio también depende de la vía somatosensorial?

Tu equilibrio no es solo cosa de fuerza: se sostiene gracias a la vía somatosensorial, la red que informa al cerebro de cada detalle de tu postura y movimiento. El peso en las plantas, la tensión de tus articulaciones, el contacto del cuerpo con el suelo… todo ello guía tu estabilidad.

Cada vez que sientes tus pies en el suelo, el balance de tus articulaciones o el roce con el espacio, tu cerebro recibe datos que le permiten ajustar tu postura y mantener tu estabilidad.

Te propongo un ejercicio sencillo y danzado:

colócate de pie, deja que tu cuerpo haga pequeños balanceos hacia los lados y, cuando te sientas preparada, eleva un pie y juega a danzar suavemente sobre la pierna de apoyo. No busques perfección: permite que tu cuerpo encuentre su micro-equilibrio. Pon de fondo una música que te guste —esa que te despierta algo bonito por dentro— y deja que el ritmo te acompañe.

Siente cómo cambia la presión en el pie que sostiene, cómo se reorganizan tus articulaciones, cómo tu cuerpo responde al movimiento y a la música. Disfruta del momento.

Con un poquito de práctica diaria, tu equilibrio se vuelve más vivo, flexible y seguro .

Si lo practicas cada día, notarás cómo tu equilibrio y tu presencia corporal se afinan de manera natural .

En Danza Emoción trabajamos ejercicios de conciencia corporal en cada sesión. Activamos y afinamos la vía somatosensorial para mejorar la comunicación cuerpo-cerebro, la estabilidad, la atención y la mirada periférica, claves para una respuesta motora más precisa.

✨ Entrena tu cerebro desde el cuerpo.

Uma Zuasti.