Volver a casa: construir un hogar dentro de ti
Hay momentos en los que sentimos que nos hemos perdido. Que vamos cumpliendo con todo lo que se espera de nosotras, pero por dentro algo se apaga. A veces es un cansancio profundo, otras una tristeza difusa o simplemente la sensación de estar desconectadas… de la vida, de los demás, de nosotras mismas. A lo largo de mi recorrido como danzaterapeuta, he acompañado a muchas personas —especialmente mujeres— que traían consigo esta sensación de “haber salido de sí mismas” sin saber muy bien cómo volver. Y puedo decirte algo: sí es posible volver a casa.
El cuerpo como llave
En mi método Danza Emoción, trabajamos con algo muy sencillo y a la vez muy poderoso: el cuerpo como puerta de entrada. A través del movimiento libre, la respiración consciente, el ritmo, el simbolismo y la escucha compartida, vamos creando un espacio seguro donde puedas encontrarte contigo sin juicios ni exigencias.Ahí, en ese espacio íntimo y respetuoso, es donde empieza a construirse lo que llamo el hogar interno: ese lugar dentro de ti al que puedes volver siempre, incluso cuando afuera todo se tambalea. En Danza Emoción no se trata de “aprender pasos” sino de moverse desde dentro, de escuchar lo que el cuerpo guarda, abrir espacio para lo que pide ser sentido y expresado. La respiración, el ritmo, la pausa y la improvisación son puertas que nos llevan a una presencia más completa y compasiva.Cuando habitas tu cuerpo con amor y sin juicio, empiezas a sentirte en casa estés donde estés.
Tu brújula interior sí funciona
Muchas veces hemos aprendido a callar lo que sentimos, a dudar de lo que deseamos o a desconfiar de nuestras decisiones. En Danza Emoción aprendemos a volver a escuchar nuestra brújula interna: esa guía sabia que vive en el cuerpo, en las emociones, en la intuición. Esa voz que sabe cuándo algo sí y cuándo algo no. No se trata de buscar respuestas afuera, sino de recuperar el contacto con esa voz que siempre ha estado dentro, esperando ser escuchada.En medio de tanto, muchas veces desconectamos de nuestra brújula interna: En Danza Emoción recuperamos esa escucha profunda, afinando la percepción a través del cuerpo, las emociones, las imágenes simbólicas… y también de la palabra.
La palabra como integración: un espacio de resonancia compartida
Uno de los pilares de Danza Emoción es el espacio de diálogo inspirado en el enfoque de Diálogos Abiertos en Salud Mental, una metodología que valora la palabra como lugar de encuentro, contención y construcción de sentido.Después del movimiento, abrimos un espacio de conversación libre, sin jerarquías, donde cada quien puede compartir desde su vivencia. No para interpretar ni analizar, sino para permitir que la experiencia corporal resuene, se nombre y se asiente. La palabra aquí no es una conclusión, sino una prolongación del cuerpo. Un lugar donde cada voz es bienvenida tal como es.Este diálogo abierto favorece la integración de la experiencia vivida, genera comprensión profunda de uno mismo y de los vínculos, y ayuda a restaurar el sentido de pertenencia y conexión.
Explorar los espacios: interno, externo y relacional
En Danza Emoción trabajamos también con la conciencia de los espacios:
El espacio interno: sensaciones, emociones, memorias corporales.
El espacio externo: el entorno, el ritmo del grupo, los objetos, la música.
El espacio relacional: cómo me acerco o me alejo, cómo me vinculo desde el cuerpo, cómo me afecta la presencia del otro.
Habitar estos espacios con atención y libertad nos transforma psíquicamente:Nos volvemos más sensibles, más presentes, más responsables de nuestra manera de estar en el mundo. Aprendemos a sentirnos sin perdernos, a vincularnos sin invadirnos, a sostenernos sin endurecernos. Y lo más importante: empiezas a sentir que estás en tu lugar, no por lo que haces, sino por cómo lo habitas.
Beneficios reales de este viaje interno
Los beneficios que observo en quienes participan de Danza Emoción son profundos y sostenibles:
Aumento del autoconocimiento y la autoestima.
Mayor capacidad para poner límites y tomar decisiones con claridad.
Reducción de la ansiedad, el estrés y la rumiación mental.
Reconexión con el placer de moverse, de sentir y de crear.
Mejora en la calidad de los vínculos y la comunicación emocional.
Sensación de estar en el cuerpo y en la vida con más autenticidad.
Este espacio también puede ser para ti
No necesitas saber bailar, ni tener experiencia previa. Solo el deseo de escucharte de verdad y de darte una oportunidad para volver a ti. Danza Emoción es un espacio cálido, respetuoso y profundo, donde cada persona puede ir a su ritmo.Te acompaño con presencia, cuidado y respeto. Con el cuerpo como ancla, el movimiento como lenguaje, y la palabra como eco de lo vivido.
Si algo dentro de ti resuena con estas palabras, te invito a acercarte. Tal vez ha llegado el momento de volver a casa.
De habitarte. De escucharte. De permitirte ser, con todo lo que eres.
Uma Zuasti.
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