La Biodanza en la infancia fomenta el desarrollo de la autoexpresión y el movimiento natural de los niños y niñas

La Auto-expresión, es la capacidad de un individuo de expresarse a sí mismo como persona. Y auto expresarse significa manifestar físicamente el contenido o estado interior (subjetivo, no visible).

Los seres humanos poseemos un contenido interno o estado interior que no se ve físicamente, (subjetivo).

A nivel mental este contenido está formado por todo el conjunto de pensamientos,ideas,opiniones, propósitos o intenciones, y a nivel emocional por la suma de deseos, sensaciones, anhelos , sentimientos, emociones y necesidades.

Este contenido es energía , no puede tocarse o verse de manera física (objetiva).Esta energía la expresamos a través de los movimientos corporales, los gestos,las posturas, las expresiones faciales, la voz...etc.

A través del movimiento, el cuerpo expresa su mundo interno. Si la capacidad de moverse del cuerpo se limita, también nuestra capacidad de expresarnos se limitará, o restringirá .

EL MOVIMIENTO NATURAL

Existe en cada uno de nosotros un patrón de equilibrio del movimiento .

La naturaleza al crearnos también infunde en nuestra memoria celular la forma natural, equilibrada y perfecta de movernos, para asegurarse que la función expresiva a través del movimiento corporal, se lleve a cabo en condiciones óptimas y armoniosas, en perfecto equilibrio.

Podemos definir el movimiento natural como la capacidad que tiene cualquier persona de moverse libremente, de forma natural y espontánea, con coordinación y gracia, de forma fluida. Moverse libremente implica moverse en libertad,con amplitud, espontaneidad y eutonía.

La espontaneidad entendida como el grado de gracia, naturalidad, y ausencia de control (por parte del intelecto) que poseen los movimientos de nuestro cuerpo.

Al ser parte de la naturaleza, nuestro cuerpo sabe perfectamente cómo y de qué manera, ha de moverse en cada expresión, situación y acto, no necesitamos enseñarle nada, pues creer lo contrario sería pretender querer saber más que la propia naturaleza.

Nuestros niños y niñas no necesitan que les enseñemos cómo danzar sino más bien que les dejemos crear su propia danza, acompañándolos en el desarrollo autónomo y espontáneo de su instinto. Bajo la aparente fragilidad de los movimientos de los niños, se esconde la ejecución de un plan prodigioso que ha necesitado para fraguarse miles de años de evolución de la especie humana.

A diferencia de otras técnicas corporales biodanza no enseña a educar al cuerpo, para que nos obedezca y haga lo que queremos de él, como si la mente fuera superior al cuerpo .

Este poder dominador y represor de la mente(intelectual, analítica) sobre el cuerpo (sensible, emotivo), coarta y aborta la libertad individual que el cuerpo posee por naturaleza y congela su espontaneidad o la capacidad de que sea él , el que tome su lugar a la hora de expresarnos mediante el movimiento.

Si nuestra mente “controladora” es quien dirige al cuerpo, nuestros movimientos serán mecánicos,fríos y robotizados, carentes de calor, sentimiento o carga emocional;Danzar con otros sin exigencias ni correcciones inhibitorias, facilita el disfrutar del movimiento. A través de la biodanza fomentamos desde la más tierna infancia que nuestro cuerpo se exprese libremente, de ésta manera nuestros movimientos serán libres, naturales y auténticos, llevarán impresas la carga de nuestras emociones y el calor de nuestros sentimientos, y podremos dedicar la mente a observar con admiración y humildad, cómo nuestro espíritu y la sabia naturaleza se expresa a través de él.

Uma Zuasti.