Supuestos teóricos básicos en Biodanza

Acerca del Movimiento No hay vida sin movimiento. El no movimiento implica lo inorgánico o la muerte. Somos seres auto-movientes. Nos movemos desde una fuerza interior que nos impulsa. En este sentido somos autónomos. También nos pueden mover como a cualquier otro tipo de cuerpo. Llegamos a decidir algunos de nuestros movimientos a la vez que somos movidos, por las fuerzas del “ello”.

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Acerca de los supuestos básicos que sustentan Biodanza como práctica.

  1. el movimiento es vida
  2. la Danza es comunicación.
  3. expresarse es una necesidad básica humana.
  4. pertenecer o participar son necesarios para una vida saludable.
  5. la mente y el cuerpo se afectan recíprocamente.
  6. el espejamiento del movimiento de otro sujeto facilita la comprensión del mismo (empatía kinestésica).
  7. ampliar el espectro de cualidades de movimiento favorece disponer de mayores recursos para la vida.
  8. el movimiento, el gesto y la postura involucran simbolismos.
  9. cada sujeto tiene una firma personal o un patrón de movimiento propio.
  10. nos movemos y somos movidos (hay movimientos que decido y movimientos impulsados por recuerdos, emociones o deseos inconscientes).
  11. partir de los recursos existentes (aspectos sanos, capacidades, habilidades de la personalidad) promueve la ampliación de los mismos.
  12. el movimiento genuino facilita el bienestar.
  13. el cuerpo tiene memoria a la que se puede acceder.
  14. la creación artística es un canal de sanación.
  15. es más importante la vivencia, que las explicaciones o interpretaciones

En biodanza nos focalizamos sobre todo en los procesos comunicativos manifiestos en las formas no verbales de expresión, en los patrones relacionales con que nos afectamos mutuamente, persona - consigo mismo, con los otros, y con el medio (relaciones intra – inter y transpersonales).

Focalizar los patrones de movimiento e interacción social, nos permite reflexionar acerca de nuestros modos de vivir y ser, tomar conciencia de qué conservamos y qué desechamos, qué hace a nuestra identidad humana y qué nos aleja de ella. De ésta manera podemos reconocer qué variaciones y particularidades culturales, sociales, históricas, determinan nuestros movimientos o accionar actual. Darnos cuenta que ese patrón recursivo determinará nuestros futuros movimientos, nos lleva a responsabilizarnos y producir las modificaciones necesarias y posibles dentro de las experiencias que nos tocan vivir. Notar cuál es nuestro repertorio disponible de movimientos y ampliar el espectro en cuanto a variedad y a matices es la tarea que desarrolla la Biodanza. Al reconocer las fortalezas y debilidades, la conciencia posibilita decidir sobre la parte que dominamos. Se trata de encontrar la mejor acción o la acción eficaz que posibilite satisfacer nuestras necesidades humanas vitales.

Tambíen trabajamos con posiciones generatrices, arquetítipas ,éstos movimientos recursivos equivalen a dinámicas de esfuerzo o patrones de movimiento que se han fijado en el repertorio de la especie, heredados filogenéticamente, y adoptados a través de la historia natural, y que viven como potencialidad en cada nuevo individuo. Distintas especies animales han desarrollado patrones peculiares de movimiento, la repetición de estos ha moldeado su estructura corporal, constriñendo y posibilitando su repertorio propio de acción, a la vez que su estructura corporal determina los hábitos de movimiento de su especie.

La fluidez

El fluir ha sido asociado con libertad, bienestar, ausencia de obstáculos, vía libre para el despliegue de la potencialidad. Este concepto ha sido definido, tanto como una de las categorías del movimiento, como por los aportes contemporáneos de Mihaly Csikszentmihalyi (1990) quien relaciona los estados de la experiencia óptima con el fluir. Se trata de momentos de concentración plena, sentimiento de gozo creativo, de sentirse absorto en lo que se está haciendo. Momentos en que se siente el despliegue de la propia potencia. Está presente la sensación de estar en control sin controlar, sin esfuerzo. El fluir implica momentos en los que el rendimiento es máximo, en que el ego parece desaparecer y el paso del tiempo es imperceptible. Csikszentmihalyi manifiesta que se trata de un estado de conciencia imbuido en un accionar sin resistencias ni obstáculos.

Uma Zuasti